4-4-2

'Hay tres clases de futbolistas. Los que ven los espacios libres, los mismos que cualquier payaso ve desde la tribuna y los ves y te ponés contento y te sentís satisfecho cuando la pelota cae donde debe. Después están los que de pronto te hacen ver un espacio libre sin más, un espacio que vos mismo y quizá los otros podrían haber visto de haber observado atentamente. Éstos te toman de sorpresa. Y luego hay aquellos que crean un nuevo espacio donde no debería haber habido ningún espacio. Ésos son los profetas. Los poetas del juego'. J. Valdano

30 junio 2006

Luis Aragonés debe marcharse

En primer lugar, porque así se comprometió a hacerlo. No fue sólo una frase, como se excusa ahora, sino que fue todo un compromiso. Y si no fue un compromiso, fue una mentira. Se le alabó en su momento el riesgo que asumía apostando a todo o nada y él no salió a desmentirlo, ni siquiera a matizarlo. ¿Por qué? Porque le interesaba mantener ese aire de tipo serio, de ganador, de héroe que lo consigue o muere en el intento. No lo ha conseguido, pues que muera.

En segundo lugar, desde el más estricto punto de vista técnico, Luis Aragonés no ha dado la talla. Como mucho, un aprobado raspadillo. Hizo una mala fase de clasificación, en uno de los peores grupos de toda la fase, que nos obligó a ir a una repesca que ganamos de milagro. El problema de la falta de gol no ha surgido en el Mundial, sino que lo arrastramos en toda la fase previa, sin que haya conseguido solucionarlo. En ningún momento tuvo una idea fija para poner en el campo y defender hasta el final, haciendo convocatorias al son que le dictaban sus amigos periolistos.

Poco antes de llegar al Mundial, dio otra vez muestras de su indecisión al elaborar la lista de seleccionados. El tema Pernía sin comentarios. Se le llena la boca hablando de juego de ataque, pero se lleva a Marchena (posiblemente el año que peor ha jugado) y deja fuera, entre otros, a Morientes. ¿Acaso esperaba un grupo de grandes exigencias defensivas que dejara a sus defensas 'tocados' para los cruces siguientes? Yo no soy muy de Guti que digamos, pero ¿acaso Iniesta tiene más experiencia que él?¿Le bastó la final de champions, contra un Arsenal metido en el área que lo dejó jugar libremente?¿O simplemente le bastó que fuera el protegido de un periolisto amigo suyo? El mundial está demostrando que hay jugadores que son grandes en su club, pero empequeñecen en la selección (a bote pronto, Márquez, Terry, Ronaldinho -su momento está a punto de llegar-, Pirlo, Robben, etc.). Y viceversa (Maniche). Volveremos sobre esto.

Lo más grave llegó en el Mundial. Tres semanas antes de que comience se saca de la chistera un 4-3-3 modificado, con una defensa suicida. 'Lo tenía pensado y claro desde hace mucho tiempo', le defienden. Visto lo visto, lo debía haber pensado un poco mejor. A la m... su cacareado, por él mismo, 'pasillo de seguridad'. Se le ha llenado la boca hablando de eso, ha sido su justificación durante meses para proteger a Albelda o Raúl. Y va y, en el momento más importante, los señala con el dedo y los sienta para implantar un sistema improvisado. Tan estético como esteril. ¿Se equivocaba antes haciéndolos jugar o se equivoca ahora sentándolos? Y, además, o mucho cambian las cosas o hemos perdido a Albelda para el equipo nacional. No hay más que ver su desmotivación contra Arabia. A un jugador capitán y santo y seña en su equipo no se le puede poner a jugar los minutos de la basura. No le veo rindiendo igual con un entrenador que le ha engañado descaradamente. Ni a él, ni a Raúl, a Reyes, a Antonio López, a Senna, al propio Villa. A cualquiera que llame a partir de ahora sabe que le va a regalar la oreja, para luego sentarle en el momento decisivo. Eso no es motivar, eso es mentir. Los jugadores no son muy intelectuales que digamos, pero reconocen fácilmente a quien les miente. Y ni perdonan, ni olvidan.

En definitiva, Luis Aragonés ha fracasado rotundamente. La esperanza en una generación de nuevos talentos no debe cegarnos. Se comprometió a irse, que se vaya. Teniendo otras varias opciones tan válidas o más, apostó por un sistema que ha fracasado. Esta vez es su fracaso, no el de los jugadores.

28 junio 2006

Objetivo del juego: El gol

Amanece, que no es poco. Aunque lo viéramos venir, no lo queríamos creer. Nos habían vendido una ilusión que, reconozcámoslo, todos queríamos que nos vendieran.

Sin duda, en este mundial España ha dado una lección de lo que no debe ser una defensa adelantada. El 1-1 es un fallo en cadena, clamoroso, que como digo todos veíamos venir. Primero, con 1-0 a favor, tienes que dormir el partido hasta el descanso, no te puedes ir arriba y que te pillen por fuera. Segundo, ese balón no puede llegar a Vieira (el que da el pase a Ribery), hay que cortar la jugada antes y, cuando llega, Pablo no puede ir al suelo de ninguna de las maneras: Ese central tiene que salir a saco, incluso antes de que le llegue el balón a Vieira, a cortar la jugada, no el balón. Tercero, en la falta del 2-1 no nos puede rematar nadie, sea como sea, por lo civil o por lo criminal.

Pero no es cuestión de una jugada puntual, es de toda una forma de jugar. El equilibrio, como en tantas otras cosas, es clave en el fútbol. Y los equipos se pueden desequilibrar de varias formas: A la italiana, a la africana y ahora también a la española. Buscando hacer un equipo de jugones hemos hecho sólo eso, un equipo de jugones, olvidándonos del objetivo de este juego: Hacer más goles de los que te hagan. De los 9 goles que hemos marcado en este mundial, 6 han sido a balón parado. La estadística de anoche, demoledora: 1 tiro a puerta.

Y todavía algún periolisto decía que en lugar de Raúl debió jugar Iniesta. Claro, será para que se hubiera subido a la chepa de Vieira o Thuram y que no hubieran tenido un partido tan tranquilo. Se han pasado por la piedra uno de los principios fundamentales de este juego: Los equipos campeones se hacen desde atrás. Para que la genialidad surja delante, detrás tiene que haber seguridad.

¿Y ahora qué?
Apuesto por fijarnos en los grandes y hacer un replanteamiento de lo que entendemos por selección. Apuesto por cambio de mentalidad. Apuesto por pasar de tener una selección a tener un equipo nacional. Tras 20 años sin ganar un Mundial ni llegar tan siquiera a la final, Brasil se replanteó su situación y se dió cuenta de que necesitaba un grupo de jugadores que vivieran y jugaran sólo para su selección, europeizando su juego si era necesario (lo mismo hizo Francia para llegar con garantías a su mundial del 98). Posiblemente la selección Brasileña del 82-86 era mejor que la del 94, la del 02 y que la actual, pero no ganaron y nadie (casi) se acuerda de ella.

Desde la década de los noventa, lo primero para los brasileños es su selección. Desde su federación se hace un seguimiento exahustivo de sus jóvenes promesas, facilitándoles la salida a clubes europeo importantes, preocupándose por que no se les corte su progresión, estando encima de ellos, de sus problemas, de sus lesiones. Todo ello coordinado desde su propia ciudad deportiva. No sólo se les llama una vez al mes para que graben anuncios y, de paso, jueguen un par de partidos. Son un equipo nacional, con una sistema de juego impuesto por la federación y perfeccionado por sus propios técnico, no por el entrenador de turno, donde una generación sustituye a la otra de forma natural, sin traumas.

España tiene tanta o más tradición futbolera que Brasil. Si me apuras, hasta más jugadores de calidad. Lo que pasa es que se pierden porque no tenemos una federación que los proteja, que obligue a los clubes a hacerlos jugar y que, a su vez, obligue a esos jugadores a cumplir su evolución si no quieren quedarse descolgados y perder su protección.

No es el momento de llorar. Es el momento de sentirnos orgullosos de nuestros jóvenes valores. Hagamos un equipo nacional alrededor de ellos, alrededor de Cesc. Es el momento de ser más exigentes que nunca: No podemos ser conformistas ni autocompadecernos. Analicemos nuestros errores y corrijámoslos con humildad. Los periolistos deben ser más críticos que nunca y los técnicos y los jugadores deben aceptar las críticas, al más puro estilo alemán, donde las críticas son feroces porque realmente saben de lo que son capaces. No se puede ser crítico pensando en si es mi amigo o si va a dejar de serlo; ni un jugador puede dejar de hablar con un medio sólo porque le haya criticado su forma de jugar.

Hemos visto la luz y nos ha gustado. Hagamos los retoques necesarios y protejámosla como mandan los cánones del fútbol. Apoyemos y exijamos porque apoyamos incondicionalmente. Pero desde ya, preocupándonos por el día a día del equipo nacional. Empecemos a ganar el próximo Mundial.

27 junio 2006

Un par de metros más arriba

De entrada, me resultó desilusionante ver a Holanda colgar balones desesperados al área de Portugal durante los últimos diez minutos. Me parece que Van Basten traicionó la historia futbolística de su país.

Jugar con extremos no es poner jugadores en la banda y ya está. Lleva implícito una manera de hacer circular el balón con fluidez y rapidez, favoreciendo la llegada de balones a los extremos con tiempo para jugarse un uno contra uno, o dos contra dos con la subida por fuera de los laterales. Claro que pocas veces me pareció ver a los extremos holandeses bien colocados.

El extremo tiene que estar bien abierto, pisando la línea, y jugando con el lateral al gato y al ratón: Ahora amago a tu espalda y recibo en corto, ahora que me abro y busco pase entre líneas, ahora juego al borde del fuera de juego, ahora busco una diagonal, etc. En este sentido, me decepcionó Robben, quien más que un extremo me pareció un niño mal criado, por sus gestos.

En concreto, me voy a quedar con la posición de los extremos cuando Holanda se dedicó a colgar balones:

Van Basten hace un último cambio viendo que Portugal no quiere salir de la cueva. Mete en punta a un jugador de 1,90 cm, rodeado de compañeros a ver si cazan algún rechace (a punto estuvieron). Sin embargo, los balones desde las bandas les llegaban demasiado en perpendicular, de tal forma que casi siempre estaban de espaldas a portería, fiándolo todo, como digo, a un rechace, pues no tenían posibilidad real de rematar con un mínimo acierto.

Entiendo que desde la banda se debió dar la orden a los laterales de incorporarse unos metros más por la banda (Portugal se replegó en el centro), de forma que a su vez obligaran a los extremos a irse unos metros más arriba. Desde esa posición los delanteros no sólo hubieran tenido la opción del rechace, sino además alguna opción de buscar un remate directo a portería.

25 junio 2006

Dejad que los niños se acerquen a mí

Vaya, vaya, qué caprichoso es el fútbol. Resulta que se van a enfrentar dos equipos diametralmente opuestos. Uno decadente, el otro emergente; uno fútbol potencia, el otro fútbol control; uno viejo y otro joven. O eso dicen.

Desde luego este mundial tiene para nosotros algo que los anteriores no habían tenido: Dos televisiones privadas luchando por las audiendias, con 24 horas de programación casi en exclusiva. Mucha ilusión por vender, muchas horas por rellenar.

Me desayuno con la noticia de que Raúl le quitará el puesto a L. García. 'Pedazo' debate en LaSexta sobre el tema. Sólo un entrenador en la mesa, A. Cappa, con tres periodistas y un ex-árbitro. Curiosamente los dos que han estado alguna vez en un partido en el que competían profesionales (el entrenador y el árbitro) defienden la necesidad de una figura como Raúl en un partido de estas características. Los otros tienen argumentos en contra tan demagógicos como 'si juega por su experiencia, entonces que pongan a Di Stéfano'.

Dicen que Raúl no es el que era, que no tiene la movilidad de antes, que llega un segundo tarde a las jugadas. ¿Y su supuesto sustituto sí? Yo creo que no. Está claro que Raúl no es el de antes, si lo fuera no habría discusión. Pero no hay nadie en España que se mueva con su inteligencia, ni que lea los partidos como él desde su posición y que llegue, aunque sea tarde. Cuando llega empata contra Túnez. Sólo Raúl es capaz de meter ese gol sin ser italiano. No creo que existan poderosas razones futbolísticas para elegir a L. García antes que a Raúl (otra cosa es que yo mantendría a Senna de titular y Cesc entraría por L. García).

El debate lo remata un periodista inglés de la mesa que va y dice que 'Raúl nunca le ha marcado ni a Brasil, ni a Argentina, ni a Italia... En los partidos importantes nunca aparece'. ¡Toma! ¡Y se queda tan ancho! Es una mera cuestión de probabilidad, pedazo demagogo. ¿Cuántas veces ha tenido posibilidad de hacerles un gol a estos equipos en un mundial? ¿Una o ninguna? Pero, es más, ¿hay algún jugador de la selección que sí lo haya hecho? Y puestos a analizar 'partidos importantes', ¿las finales de champions cuentan? ¿y las intercontinentales? Ser periodista nos es lo mismo que ser buen periodista: el criterio de autoridad hay que ganárselo. Opinar en televisión en este país es gratis, aunque se causen estragos, que se causan.

Significativo el silencio final de A. Cappa, quien prefiere no entrar en la discusión. Vayan y pregúntenle a los franceses a quién prefieren. Me imagino la cara de Thuram cuando le haga una entrada a L .García y éste le recrimine 'jo, tío, que me has pegaDo una pataDa'. O la del árbitro cuando L. García le proteste 'o sea, que me ha pegaDo una pataDa'. O ese Thuram sin despeinarse, diciéndole a Makelele y Vieira 'dejad que los niños se acerquen a mí'.

Francia es el peor equipo que nos podía tocar. Preparado para esperar atrás y salir a la contra, con sus mejores jugadores en el centro de la defensa y centro del campo, justo por donde nosotros canalizamos nuestro fútbol de ataque; con un excelente lanzador liberado de trabajo defensivo y que no tendrá un centrocampista defensivo que lo tape; y dos extremos y un punta rapidísimos frente a dos laterales obligados a atacar por sistema y un central demasiado lento (¡éste sí que tiene experiencia en partidos importantes!). Sólo me queda confiar en que Aragonés haya puesto a remojar su flor. Y en que debute en el mundial el único que no lo ha hecho: el ángel de Casillas.

22 junio 2006

Pequeños detalles

Cuando decimos que los partidos duran 90 minutos todos pensamos en lo mismo, en que hasta que no pite el árbitro todo puede pasar. Sin embargo, no se tiene en cuenta que los primeros minutos también pueden llegar a ser determinantes. Está claro que no es lo mismo marcar el 1-0 en el minuto 91 que hacerlo en el minuto 1, pero te da mucha ventaja. Y ya es hora de mentalizar a los jugadores de ello, tanto en defensa como en ataque. Minuto 1 del Ecuador-Alemania, centro desde la derecha al que no llega un jugador de Ecuador por alagar la pierna unos centímetros en una jugada de tocarla y gol en la misma línea, que en el minuto 60 seguro que se tira con todo. 'Está frío todavía' ¿Entonces para qué se pasan 35 minutos calentando? Minuto 3, centro desde la izquierda en ataque de Alemania, balón pasado que se va a perder por el fondo, pero aparace un alemán no se sabe de dónde que persigue esa pelota, la echa atrás y gol de Klose. 1-0 y a ver quién es el guapo que le hinca ahora el diente a Alemania. ¿Es esa la diferencia entre Alemania y el resto?

Se dice últimamente que el fútbol inglés está cambiando. Que Manchester, Liverpool, Arsenal, en menor medida el Chelsea, han apostado por un fútbol con menos balones a la olla, de más calidad y de menos importancia al juego aéreo. Y debe ser cierto, pues Suecia les empató el partido en dos balones aéreos. ¿Eso es cambiar para bien o para mal?

Fenomenal temporada la de Márquez en el Barça. Tenía ganas de verlo capitaneando a Méjico. Pero me da que ahí volvemos a lo que comentábamos de Essien en otro post. Un jugador debe hacer lo que sabe hacer y no asumir funciones para las que no está tan capacitado. Márquez es un central magnífico, un gran mediocentro y un estupendo llegador (de cabeza mayormente), pero necesita compañeros alrededor sobre los que descargar el juego. ¿Acaso es necesario para ser el líder de un grupo que todos los balones pasen por él?

Algún día nos enteraremos de la realidad de los fichajes en los clubes. O mejor no, no vaya a ser que aborrezcamos el fútbol. Al anterior presidente del Madrid se le llenaba la boca con fichar a P. Vieira, un jugador al que todavía no he tenido la suerte de ver hacer un gran partido. Mientras se fijaba en el árbol no se preocupó de contemplar el bosque. Es fácil fichar a golpe de talonario, lo difícil es apostar en un jugador como el mediocentro de Costa de Marfil, Yaya Touré (más o menos), jugador de Olimpiakós griego. Si alguna vez me he hecho una idea de la forma de jugar de Vieira según lo que contaban 'los entendidos', en el partido de C. Marfil-Serbia Touré lo superó por mucho. ¿A quién hay que pagar para que lo 'vendan' los periódicos?

20 junio 2006

Un equipo PlayStation

Ya van 2. 6 puntos y a octavos. El país está en ebullición. Menuda remontada, qué espectáculo, ésta tiene más mérito que la de Ucrania... Topicazos.

Yo ví más de lo mismo, con la excepción de que el primer córner no entró y ninguna falta rebotó en la barrera. En la primera parte, mucho fútbol por el centro, mucha sensación de peligro, pero poco peligro real, salvo algún córner. Y eso es más inglés. Repito que Torres o Villa son delanteros para jugar sólos en punta. Ayer le tocó la gloria a Torres, pero si hubiera sido él el sustituido entonces los goles los habría hecho Villa. Porque la clave fue el cambio de Cesc y pasar de jugar con 3 medios a 2-1, con los xavi's por detrás y Cesc llegando, con mejor movilidad de Raúl que la que estaba dando L. García. El mérito es de Aragonés porque (aunque suene triste), no todos los entrenadores hubiesen visto el fenomenal atasco que había formado Túnez en el centro. Y Aragonés lo desatascó en una decisión con la que enjugó su error inicial.

He dicho con mejor movilidad de Raúl y me reafirmo. L. García es uno de eso jugadores que yo llamo 'jugadores-mentira', jugadores PlayStation. Los ves perfectamente equipaditos, con su gomita al pelo, sus pantaloncitos bien apretados, su camiseta por dentro y su esparadrapo para sujetarse las espinilleras. Y los ves todo el rato corriendo, aparecen por todas partes, con su trote ligero, 'ese jugador es bueno, qué movilidad que tiene'. ¿Qué significa tener movilidad? ¿No es más importante moverse bien que moverse mucho? No tengo ni que explicarlo, me remito a la actuación de Cesc anoche. Eso es un enganche con la delantera y lo demás son tonterías.
Me reafirmo en mi comentario previo al debut de España. Veo un equipo de PlayStation, de vamos a jugar para divertirnos. España que se divierta, que ya ganará el mundial Italia (por decir). No me gusta la línea defensiva en absoluto, no me gusta tirar el fuera de juego adelantado sin apretar al que lleva el balón, no me gusta la descompensación en el centro en detrimento de las bandas, no me gusta la acumulación de delanteros por el centro, no me gusta que hagamos pocas ocasiones reales de peligro en jugada, no me gusta que desaprovechemos tantos córners y faltas. Lo veo así.
Me quedo, una vez más, con haber marcado el ritmo del partido que hacía ver que Túnez llegaría rendida a los últimos 20 minutos, aunque ésto puede no ser suficiente contra equipos mejores. Me quedo con Xabi Alonso, a quien le ví jugar como nunca le había visto, muy por encima de Xavi (incluso el día de Ucrania, para mí). Me quedo con Cesc, alrededor de quien debería construirse el equipo: Fuerte atrás, con Albelda y Alonso (dónde está el Senna del Villarreal?) de escuderos, Reyes y Joaquín por fuera y Torres o Villa en punta.
Y me quedo con Torres. Impresionante. Movilidad (de la mejor), fuerza, potencia, velocidad. Le sigue fallando la ansiedad cuando tiene que pensar para definir, pero está demostrando que rodeado de un equipo de verdad, con alguien que entienda su juego, es un jugador de primerísimo nivel. Lo veo como el recambio natural de Shevchenko en el Milan, con Kaká y Pirlo alimentándolo. Espectacular el desmarque en diagonal de 50 m, anticipándose a la reacción de la defensa. Sólo en punta, sin un compañero que le tape los huecos y otro que no le mande melones, sino caramelos.
Sólo nos queda Arabia y seremos campeones del mundo (menudo grupito nos ha tocado), salvo que Francia lo impida.

17 junio 2006

El fútbol de dos velocidades

Fantástico 6-0 de Argentina a Serbia-Montenegro, esa selección a la que nosotros no pudimos ganar y nos envió a la repesca.

Sólo pude ver 60 minutos, suficiente para darme cuenta de que los argentinos manejaron el partido a su antojo. Si acaso me hubiera gustado un poco más de constancia en su juego, pero lo que demostraron es que son unos maestros en el fútbol de dos velocidades.
Cuando el balón está en su campo todo pasa más lento. El equipo contrario no sabe por dónde entrarles. Si cuelgan balones al área, nada. Si prueban con paredes por el centro, nada de nada. Si tratan de hacer circular la pelota siempre hay un argentino dispuesto a hacerles una falta y cortarles el ritmo.
Y cuando tienen ellos el balón ni te cuento. Vamos, vamos, levantad los pies del suelo... y de repente tres zarpazos. Ah, pero, ¿los jugadores argentinos son rápidos? Sí, lo son, pero sólo cuando es estrictamente necesario. Salvo Riquelme, me temo. Ese tiene la velocidad en la cabeza. Tengo ganas de verlos con el marcador en contra y los minutos pasando hacia su eliminación. ¿Cambiarán su estilo?
Lástima, no pude ver el Holanda-Costa de Marfil, el mejor partido ofensivo del Mundial, dicen los periódicos. Por cierto, cuando acabe el mundial desarrollaré aquí una idea que ronda mi cabeza hace tiempo: El arbitraje con apoyo técnico activo. No puede ser que un equipo se quede fuera de un campeonato por culpa de un mal arbitraje. O como dice Relaño en AS, por culpa de un arbitraje interesado por FIFA (Aunque esta teoría nos beneficia: La FIFA nos debe unas semifinales y lo saben).

15 junio 2006

¿Todavía no hemos ganado el mundial?

Que sí, que sí, que yo también reconozco que vibré con el partido de España. Y grité el cuarto gol como el que más. Pero de ahí a decir que España es la nueva Brasil, como en una encuesta hoy en un periódico de Inglaterra ...
España se lo encontró todo de cara, esa es la realidad. Los ucranios se han pasado tres meses preparando un partido para jugar a la contra y va y se les lesiona Shevchenko. De postre, salen con la empanada y defienden pésimamente tres córners en los primeros 12 minutos: En el primero casi cabecea Alonso libre de marca; en el segundo remata Alonso otra vez libre de toda marca, después de que su portero conceda un córner tras un disparo de 40 metros; y en el tercero no dejan a nadie en el rechace y terminan haciendo una falta innecesaria a Pernía (había chutado horrorosamente mal). Y de esa falta, rechace en la barrera y gol. Ni estrategia de España ni leches. Un error de marcaje y un rebote en la barrera.
A partir de ahí, es muy fácil decir que España jugó de cine. Una frase de Valdano que repetiré mucho en este blog: Los partidos están llenos de pequeños partidos. Ucranios sin plan B persiguiendo sombras. Los españoles crecidos, los ucranios que no saben si ir o quedarse. Cuando parece que van, les pitan 2 fueras de juego más que dudosos. Al descanso con la sensación de que llevamos 2 goles a favor, pero no recuerdo ni una ocasión clara de peligro a favor de España.
Va, que los ucranios se animan. Como nos metan el 2-1 la cosa se complicará. Pero pierden un balón absurdo, contra de España, Torres que falla y penalty no sabemos todavía porqué. 3-0 y un jugador más. Ahora sí, en estas condiciones, sobo de España. Pero, ojo, no nos confiemos, que hace un calor de mil infiernos y, claro, Ucrania está más acostumbrada al calor. ¡Vamos que lo que hay que oir!
Yo le reconozco a España la capacidad que tuvo para aplicarle al partido el ritmo que más le convenía, dado cómo se le había puesto el partido. Y punto. Todo lo demás es hinchar el globo. Mucho juego por el centro, demasiadas ocasiones falladas, mucho jugador contrario con balón controlado y espacio para lanzar a la espalda de nuestra defensa... Los últimos 15 minutos ni merece la pena valorarlos.
Es cierto que es de lo mejor que hemos visto hasta ahora. Claro que el nivel deja mucho que desear. No sé si es el mundial de fútbol o el de atletismo.
Dos apuntes. Uno: Sorprendente partido de Fernando Torres. Sacrificio por banda izquierda, muchísima movilidad y velocidad endiablada. Dos: La FIFA nos debe unas semifinales y lo saben.

14 junio 2006

El 4-3-3 de España

Quede claro que este post está escrito antes del debut de España en el Mundial. Escribirlo después me parecería ventajista. Y no escribirlo me parecería una cobardía por mi parte.
Creo firmemente que es un error que España juegue con el 4-3-3 tal y como sale hoy anunciado en todos los periódicos. El 4-3-3 no es sólo una forma de jugar, sino que es toda una filosofía de entender el fútbol. Una filosofía que se aprende desde niño y que se pone en práctica siempre, con independencia del rival y de los resultados. Es la filosofía de Holanda, la única que lo pone en liza porque así entienden el fútbol, unas veces con mejores resultados que otros.
En España no tenemos esa concepción del fútbol, salvo el Barça y todos sabemos por qué. Nos gustan los extremos y el fútbol ofensivo, cierto, pero el 4-3-3 no es sólo eso. Creo que España va a jugar demasiado por el centro porque de los 3 puntas ninguno tiene cualidades de extremo puro, tipo Giuly, que desborden por fuera y a la vez tiren diagonales magníficas; no tenemos jugadores desequilibrantes en el uno contra uno, que generen superioridad; Torres y Villa son delanteros autónomos en sus equipos (definición de Morata, periodista de la SER), esto es, están acostumbrados a vivir sólos en punta y sacar petróleo, no a ser el ariete puro que requiere el sistema. Si apuesta por el 4-3-3, jugando a tener el balón nosotros, cosa que sí sabemos y podemos hacer, debería ser con Reyes y Joaquín (asumiendo lo bueno y lo malo de estos dos) y Villa o Torres en punta con incorporaciones constantes de los laterales.
Ahí veo otro problema. El 4-3-3 no sólo exige que los laterales lleguen muchas veces, sino que además deben llegar con calidad. Y tengo mis dudas sobre la solvencia de los centrales contra jugadores rápidos, en especial la de Pablo. En resumen, para jugar al 4-3-3 todos los jugadores lo tienen que conocer al dedillo. Al Barça le costó 6 meses de competición, con entrenamientos diarios y la llegada de Davids.
Ojalá me equivoque, pero ahora mismo no soy nada optimista. No sólo por el 4-3-3, que al final no será más que un punto de partida sobre el que hará los ajustes necesarios (en cuanto se lo pidan los periodista). No soy optimista porque no tengo motivos para serlo: Hemos hecho una clasificación penosa en un grupo de risa y si Aragonés no ha recibido más palos es porque tiene buenos amigos en ambos sectores de la prensa. Pero esta selección me parece un equipo de niñatos, que saben jugar muy bien al fútbol, pero que todavía tienen que demostrar que tienen casta de campeones. Y no me sirve que digan que muchos de ellos han ganado la Champions, porque ahora juegan ellos sólos sin extranjeros.
Con lo que se ha llevado yo pondría: Iker, S. Ramos, Puyol, Pablo, A. López; Albelda, Senna; Joaquín, Cesc, Reyes; Villa. Presión asfixiante en medio campo y salida rápida. Que les cueste hacernos un gol y que cada balón nuestro sea una ocasión peligro. Nada de tuya mía, gol del otro.

Cuadrado mágico sin laterales?

Partamos de la base de que la actuación de un equipo hay que valorarla también en función del nivel mostrado por el equipo contrario (los matices, para otro post). Sólo quiero apuntar la decepción del partido de Brasil contra Croacia (por mucho que los pésimos comentaristas de La Sexta se derritieran con cada toque de un brasileño), decepción que ya se apuntó en amistoso contra Australia que también solucionó un par de genialidades de Kaká.

No olvidemos que Parreira no se cortó un pelo en el '94 para poner el trivote Dunga, Mauro Silva, Mazinho. Mundial que ganó gracias a la pegada de Romario y Bebeto. El cuadrado mágico requiere más movilidad de los puntas, más llegada desde atrás de los centrocampistas y, sobre todo, libertad para los laterales. A Cafú y a Roberto Carlos los vi muy sujetos atrás, con llegadas esporádicas y en situaciones muy claras. No era ese constante subir y bajar. Especialmente Roberto Carlos, a quien le perjudica tener por delante a un Ronaldinho que parte desde la banda y le tapa. Aún así, los carrileros de Croacia se pegaron un partidazo y quiero pensar que por eso los brasileños no tenían esa libertad. Todavía me parece un poco pronto para asegurar que Brasil tiene el mal de los galácticos...

13 junio 2006

El mito de Makelele

Robo de balón, pase rápido al desmarque, uno contra uno, error del defensa y gol del delantero. No hace falta ser muy listo para adivinar que hablamos de Italia.
Pero quiero quedarme en el robo de balón (aunque también me llamó muchísimo la atención lo buenos que eran los desmarques de los puntas italianos y la coordinación con el lanzador). Disfrutamos de dos estilos de pivotes en el eje del centro del campo: Pirlo y Essien.
Por Essien pagó el Chelsea 28 millones de euros. Un derroche físico impresionante. No descubro nada. En una selección como Ghana, donde todos tienen un poderío físico predominante, resulta que Essien es el jugador encargado de canalizar el juego ofensivo. Es el líder, no hay duda. Siempre en el apoyo en corto, tratando de distribuir a banda y llegar al borde del área, probando su disparo unas cuantas veces. Pero siempre muy previsible, sin la creatividad necesaria y, fundamentalmente, jugando siempre a un mismo ritmo. Jugar a un ritmo altísimo no significa necesariamente que se está jugando bien. Y aquí voy con Pirlo.
Pirlo hizo unos primeros 60 minutos sensacionales. Marcando el ritmo del partido que más le interesaba a su equipo. Lo del gol fue un accidente. Un accidente de Ghana, digo. Italia dominó completamente la primera parte, con un juego de presión y llegada con mínimo 4 jugadores al área. Buffón casi ni la tocó. Y Pirlo es el jefe de Italia. Todos le buscan, que ya es difícil en una selección tradicionalmente de pelotazo arriba y se las pelen los delanteros. Y remató con el robo de balón en el segundo gol. Antes de ver la repetición estaba apostando a que ese balón de contraataque lo había robado él.
Sin tanta presencia física ni tanta espectacularidad como Essien, dominó todo el centro del campo y, lo que es más importante, el ritmo del partido según lo que necesitaba su equipo en cada momento. Bien es cierto que Italia juega muy arropadita en fase defensiva. Pero Pirlo roba por anticipación de la jugada, no por imposición física. Y roba tanto o más que Essien. Es lo que llamo el mito de Makelele. Desde la grada es muy fácil ver una carrera y un cruce al suelo, y se aplaude con entusiasmo. Lo difícil es apreciar la desesperación del rival cuando ve que hay un tipo que les esconde la pelota y que, si van a buscarla, acelera y les busca la espalda. Si no que se lo pregunten al 'poderosísimo' centro del campo de la Juve y del Valencia en las finales de la Champions'98 y '00. Un tal Redondo, de nombre Fernando. Y, qué paradoja, se le recuerda más por su jugada de Manchester...

12 junio 2006

Equipos al servicio de sus entrenadores

Difícil tarea definir a un buen entrenador. Para mí, la principal función de un entrenador es la de poner sus conocimientos (teóricos y prácticos) al servicio de su equipo. ¿Qué quiere decir? Pues que el entrenador debe analizar los recursos de los que dispone y establecer un sistema de juego que explote al máximo las cualidades de sus jugadores.

Lo que no entiendo es que un equipo tenga 3 extremos más o menos cualificados y su entrenador los haga jugar por el centro, en un totum revolutum, recibiendo el 80% de los pases en estático y de espaldas a la portería, con un defensa-toro embistiéndole una y otra vez. Hablo del Portugal-Angola. La movilidad de los jugadores y el cambio de posiciones está muy bien y todo eso, pero siempre que se haga con sentido y no acaben Simao, C. Ronaldo y Figo pidiendo el mismo balón en la zona central a 50 m de la portería. Alguien debería decirle a los entrenadores brasileños que para jugar con el cuadrada mágico tienes que ser Brasil, con todo lo que ello conlleva, y que no basta llegar y decir "vamos a jugar como Brasil".
Y luego el míster de Angola. Con todos mis respetos, un planteamiento inadecuado. Desconozco cómo ha jugado Angola la fase de clasificación. Quiero pensar que empleó el mismo juego de toque al pie y control de balón, porque sería el colmo que hubieran jugado así sólo este partido. De hecho le fue bien esta forma de juego, pues se clasificó para el Mundial. Pero, una vez en el Mundial, contra un equipo con un nivel técnico muy superior, pienso que debió plantear un partido más físico, máxime viendo a los angoleños. Y aún así, tienes opciones de empatar el partido a falta de 5 minutos, una falta lateral, suben los centrales angoleños, cinco atacantes ¡Y sacan la falta en corto!, convirtiendo la jugada en intrascendente. El mundo al revés: Portugal sacando 2 mediocentros defensivos para hacer el partido más físico y Angola renunciando a poner balones al área y buscar la segunda jugada.
¿Quién debe servir a quién? ¿Los jugadores al entrenador o el entrenador a los jugadores?

09 junio 2006

Nosotros también inauguramos hoy

Aprovechando que hoy se inaugura el Mundial de Alemania he querido iniciar este blog en el que el fútbol será el protagonista.

Propongo que analicemos todos los aspectos del fútbol. En la mayoría de casos partiremos de situaciones que hayamos visto en algún partido. No se trata de convencer a nadie de nada porque en esto del fútbol casi todas las ideas son válidas. Se busca más bien lo contrario: Intercambiar puntos de vista que nos hagan aprender un poco más y así disfrutar más con el fútbol. Alabaremos el gol, por supuesto, pero nos quedaremos con el desmarque previo.

Me gustaría centrar la idea en la parte más técnica del fútbol, pero asumo que algo de forofismo se nos escapará. Y por supuesto también trataremos temas del otro fútbol, el de los periódicos, el de los directivos, el de los fichajes, los árbitros, etc.
Si alguien quiere ser colaborador no tiene más que solicitarlo. Aquí no queremos dejar a nadie en el banquillo, aunque, eso sí, se harán descartes si fuera necesario.